Te decía luna, sin duda alguna.
No te confundía, te describía…
Te describía en los parques,
En los sueños,
En las aves y su vuelo,
En la voz del viento que acaricia tu pelo.
Conocí tu nombre, mucho antes que a ti.
Así te llamaban las historias que sin palabras se describen en los parques,
En los brazos de los enamorados,
En los pies desnudos de los niños libres,
Y en las promesas de amor eterno.
Entonces la primavera y otoño sabían a ti,
Y yo jugando con mi pluma,
buscando dentro de mis laberintos tu rostro,
Y salió el sol y lo comprendí.
Nueva Guatemala de la asunción, 24 de noviembre del 2,020
12.25 Am